Escultura de Dani Karavan en el Knesset
Escultura de Dani Karavan en el Knesset

Desde julio pasado, un grupo de artistas, directores de museos y educadores de arte de Israel, presentaron una demanda exigiendo que, con fundamento en la ley de acceso a la información, la ministra de cultura, la brigadier general Miri Regev, y el Consejo General de Cultura, revelen los criterios que siguen para hacer nombramientos y tomar decisiones.

Esta demanda es otra forma en que los artistas israelíes se han manifestado en contra del clima de censura que dicen prevalece bajo la administración del primer ministro Benjamín Netanyahu, particularmente desde el nombramiento de Miri Regev como ministra de cultura en 2015.

“El año pasado se ha visto una creciente amenaza a la libertad de expresión en Israel”, declaró Larry Abramson quien en julio renunció a su puesto como director de la escuela de arte del Shenkar College. “La mayor amenaza a una sociedad democrática es la autocensura. Cuando los artistas, curadores y directores de instituciones de arte eligen de antemano evitar temas polémicos, se han rendido anticipadamente en la lucha y han sacrificado sus valores más preciados por el confort y la seguridad de los presupuestos gubernamentales”.

Larry Abramson renunció por “hacer mi más significativa contribución a mis estudiantes y a los jóvenes artistas en general, que, tristemente, estarán enfrentando cada vez más limitaciones a su libertad de expresión en los años venideros”.

La renuncia fue consecuencia de una exhibición en la que una estudiante de arte terminó retirando su obra, una pintura de un desnudo que semejaba a la ministra de justicia Ayelet Shaked. La presidente del Shenkar College, Yuli Tamir, quien declaró que la petición no tuvo que ver con la censura sino con el hecho de que la obra degradaba a la mujer e invadía la privacidad de una figura pública femenina.

Las críticas a la ministra Regev por la comunidad artística iniciaron cuando pasó una reforma de ley con una “prueba de lealtad” según la cual se eliminan o limitan los financiamientos estatales a artistas que, entre otras cosas, “deshonren” símbolos estatales, mantengan luto en día de la independencia de Israel en consideración con los palestinos que perdieron sus tierras y familiares con la fundación del estado de Israel, o cuestionen el país como democrático o judío.

Además, la ministra de cultura ha amenazada con recortar fondos a las instituciones que no funcionen en los asentamientos creados más allá de las fronteras establecidas en el armisticio árabe-israelí de 1949. También ha intervenido en la radio pública respecto del tipo de música y se ha manifestado sobre nombramientos en la todavía no creada oficina de comunicación pública.

De esta forma hay un enfrentamiento entre el gobierno y los artistas en el que también se ha manifestado el escultor Dani Karavan, quien ha pedido al Knesset, Parlamento, que retire o cubra la escultura que adorna el recinto legislativo, titulado Plegaria por la Paz de Jerusalén, como señal de protesta por la censura.

“Los artistas expresan menos sus opiniones por miedo de entrar en conflicto con el gobierno. Constantemente hay nuevas leyes presionando a la libertad de expresión y de pensamiento”, dijo el escultor, cuya petición no ha sido respondida por los legisladores.

Más información theartnewspaper.com

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