La semana pasada la actriz Kelly Rutherford, mejor conocida como Lily van der Woodsen de la serie de televisión Gossip Girl, habló ante un panel de discusión con legisladores de los Estados Unidos, sobre el problema de los litigios de custodia cuando los padres tienen diferentes nacionalidades.
Kelly Rutherford lleva litigando la custodia de sus dos hijos, Hermes de 8 años y Helena de 5, desde hace más de seis años, en contra de su ex marido, Daniel Giersch de nacionalidad alemana.
En 2009 un juez estadounidense concedió la custodia compartida de los niños a ambos padres. Sin embargo en 2012 y derivado de investigaciones de tipo penal que involucraban tráfico de drogas y de armas, delitos considerados como terrorismo, Daniel Giersch fue deportado y su visa estadounidense revocada.
Habiendo establecido su residencia en Mónaco, en mayo de 2012 los niños fueron al pequeño principado para pasar el verano con su padre. Kelly Rutherford había solicitado la custodia completa de sus hijos, pero en agosto de ese mismo año el Tribunal Superior de California confirmó el acuerdo de custodia compartida, negándole a ella la custodia exclusiva de sus hijos. Incluso el tribunal concluyó que, como Giersch no podía regresar a los Estados Unidos, que los niños vivieran con él en Mónaco y que fuera ella quien los visitara.
La actriz de Gossip Girl apeló el veredicto pero la sentencia fue confirmada en mayo de este año por una corte federal de apelaciones en Manhattan. Ella argumentó que con esta sentencia sus hijos parecían haber sido deportados junto con el padre a lo que el tribunal respondió que “los niños retienen su nacionalidad y al llegar a la mayoría de edad podrán elegir dónde vivir”.
Sobre esta fallo adverso, la abogada de Rutherford, Wendy Murphy, declaró a los medios que aunque han perdido la apelación del segundo circuito, planean llevar su caso a máximas instancias, es decir, a la Suprema Corte de Justicia, argumentando que los niños son nacionales de los Estados Unidos y que las cortes los han estado exiliando tácitamente al ordenar que vivan con su padre en el extranjero.
Por los altos costos legales que este largo proceso le ha implicado, en 2013 Kelly Rutherford se declaró en bancarrota, pero su misma situación la llevó a fundar la organización Children’s Justice Campaign para ayudar a los padres de niños que viven situaciones semejantes a la suya.
En ocasión de la defensa de esta causa es que la actriz habló la semana pasada frente al panel de legisladores federales en donde expuso su situación personal y entre bromas y declaraciones serias llamó la atención sobre el problema que viven a diario muchas personas que ven a sus hijos viviendo fuera de sus países debido a decisiones en materia de custodia.
“Veo muchas mujeres jóvenes aquí que probablemente nunca se casen con extranjeros después de escuchar estas historias”, dijo ante el panel la actriz a manera de broma. “Ellos son lindos. Sus acentos son maravillosos, pero son acentos muy costosos”, dijo recordando a su audiencia que derivado de la bancarrota tuvo que vender todos sus bienes, “incluyendo el sofá bajo mi trasero”.
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