Está vigente un reglamento de la FIFA que obliga a los clubes de futbol a pagar el salario completo a las jugadoras durante el embarazo
La lucha por la equidad en el futbol profesional, no solamente implica una equidad en el salario, sino también conceder a las jugadoras derechos por la maternidad. Al respecto, en enero de 2021, la FIFA incorporó el Reglamento de Maternidad que, según normas de este organismo regulador del futbol en el mundo, deben adoptar en sus reglamentos nacionales las federaciones de este popular deporte.
Es interesante notar que este Reglamento establece una serie de derechos mínimos que deben asegurarse a las jugadoras que se embarazan, de tal forma que si la legislación nacional dispone menores protecciones, las jugadoras pueden acudir al Tribunal de Fútbol para hacer valer sus derechos. Desde luego, si la legislación nacional contiene mayores derechos y protecciones, es la que se aplica.
La primera jugadora a la que este Tribunal le reconoció sus derechos de maternidad con fundamento en el Reglamento, es la islandesa Sara Björk Gunnarsdóttir. En mayo de 2022, la Cámara de Resolución de Disputas, una de las tres cámaras que conforman el Tribunal de Futbol, operativo desde el 1º de octubre de 2021, ordenó al club de fútbol francés Lyon, pagar a la jugadora los 82,000 euros que le dejaron de pagar mientras estuvo embarazada.
En este caso, cuando Sara quedó embarazada, el club francés aceptó que viajara a Islandia durante los últimos meses de embarazo, pero le dejaron de pagar el total de su salario conforme con el Reglamento, argumentando que estaban actuando según la legislación francesa vigente respecto de permisos por enfermedad. (El embarazo no es ni una enfermedad, ni una lesión).
“Las disposiciones de la FIFA en cuestión de maternidad son un mínimo y tienen carácter obligatorio. El Lyon –club que siempre ha defendido el avance del fútbol femenino– debía saberlo. Se planteó un caso laboral ante la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, que Sara ganó. Había un plan de acción muy claro para cualquier club que considerara que no le era aplicable la normativa de la FIFA en cuestión de maternidad. Por supuesto que lo es. Las jugadoras merecen el apoyo y la seguridad que le negaron a Sara. Asimismo, la decisión es bastante clara en la explicación del deber de diligencia que los clubes, como empleadores, mantienen hacia los jugadores, como empleados”, explicó la abogada uruguaya Alexandra Gómez Bruinewoud, asesora de la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro), que representa los intereses de las y los futbolistas.
El Reglamento de Maternidad de la FIFA, que obliga a los clubes a pagar en su totalidad el salario durante el embarazo y hasta el permiso por maternidad, que es de 14 semanas, es un punto de partida, como lo explicó la abogada Gómez Bruinewoud en entrevista a FIFPro, porque hay otros derechos que deben ser protegidos, como los permisos y condiciones para la lactancia, guarderías, viajes con acompañantes, los permisos de maternidad por adopción, los tratamientos de inseminación, permiso para la progenitora no gestante, entrenamiento especializado durante el embarazo y en la reincorporación tras el parto, por ejemplo.
Un tema especialmente importante es la protección contractual durante 180 días tras el nacimiento del bebé, es decir, que si el contrato llega a su fin durante el embarazo o el permiso por maternidad, la futbolista puede tener la seguridad de que su contrato seguirá siendo válido durante un periodo mínimo de 180 días tras el nacimiento del bebé.
“Esto debe entenderse muy necesariamente si comprendemos cómo funciona el fútbol femenino. La extensión media de un contrato en el fútbol femenino es tan solo de un año. Por consiguiente, si no añadimos una prolongación del contrato, tenemos un bonito reglamento que apenas se aplica en la práctica. Creemos que, tal como el reglamento está hoy, podría interpretarse ya la extensión automática del contrato, pero no queremos que exista incertidumbre en ese ámbito. La prolongación automática se ha incorporado ya en los CCT de España y Argentina, por ejemplo”, señaló la abogada Gómez.
Sobre el respeto a estos derechos, Sara Björk Gunnarsdóttir opina que “Cuando una madre vuelve al trabajo, tendrá el mismo potencial sobre el campo de juego. Pero sus necesidades podrían ser diferentes. Si quieres obtener lo mejor de una jugadora, debes invertir en la persona. Tenemos la posibilidad de mantener a las futbolistas en el juego y seguir desarrollándolo; no lo echemos a perder.”
Queda mucho camino por recorrer en el pleno reconocimiento de los derechos de las futbolistas y otras deportistas profesionales.
Más información fifpro.org / fifa.com
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