Kensington, Londres

 

Consejo de exclusivo barrio de Londres, autoriza a Lewis Hamilton a derribar un árbol, pese a oposición de vecinos

El piloto británico de Fórmula Uno, Lewis Hamilton, ganó esta la semana la controversia presentada por sus vecinos del exclusivo barrio de Kensington en Londres, por su proyecto para tirar un árbol.

Ante el Consejo de Kensington y Chelsea, los vecinos de la mansión del piloto de la escudería Mercedes, presentaron oposición a la intención de echar abajo un “hermoso” árbol que está enfrente de la residencia valuada en 18 millones de liras esterlinas.

Uno de los vecinos opositores al proyecto fue el pintor David Hockney, quien declaró ante el Consejo que al tirar el árbol, Hamilton estaría “destruyendo la naturaleza”.

El Consejo, sin embargo, terminó por fallar a favor de Lewis Hamilton y se le ha permitido plantar un árbol de magnolias.

¿La razón de la autorización? La declaración del cirujano de árboles o arbolista de Hamilton, que explicó a las autoridades que el árbol está casi muerto.

Este no es el primer árbol al que Lewis Hamilton le ha metido mano en la magnífica propiedad victoriana que adquirió hace cinco años y en la que, según algún vecino no muy bien intencionado, el piloto no ha puesto un pie adentro.

Según información obtenida del Consejo de Kensington y Chelsea, el municipio más pequeño de Londres, hace unos años el piloto, campeón mundial en siete ocasiones, pidió y obtuvo permiso para podar un castaño de indias. A esta petición se unió su vecino con el argumento de que el árbol era sitio de reunión de groseras palomas insensatas que defecaban en el acceso a la casa.

Pese a que (o quizá debido a que) Kensington es un barrio muy exclusivo, no es un sitio libre de problemas entre vecinos. En alguna de sus calles son vecinos los músicos Jimmy Page y Robbie Williams, quienes se han enfrentado en por lo menos dos oportunidades.

En 2016, Robbie Williams acusó a Page de sentarse fuera de su casa para grabar a sus trabajadores y ver si estaban haciendo mucho ruido. En esa ocasión, los constructores que trabajaban en la casa de 17 millones de libras esterlinas de Robbie Williams, tuvieron que pagar una multa de 4,670 libras esterlinas por exceso de ruido.

Luego, en 2018, Page se opuso al proyecto de una obra subterránea en la residencia de Robbie Williams, bajo el argumento de que la obra podría dañar los cimientos de su mansión Tower House que está listada como Grado I, es decir, como una construcción de excepcional interés.

Finalmente, las autoridades concedieron autorización a Williams para construir una piscina y un gimnasio subterráneo.

Un caso muy interesante de oposición a los deseos de un millonario y famoso, se presentaron no en Londres, sino en Malibú, California, respecto del proyecto de David Evans, conocido en el medio artístico como The Edge, guitarrista de U2, quien estuvo tratando durante 14 años que le aprobaran un proyecto arquitectónico de cinco residencias de lujo, incluida una para él, y un acceso a la carreta, en una zona montañosa con vista al mar.

En 2019, después de por lo menos 60 abogados, cabilderos y consultores ambientales y más de 70 informes técnicos escritos por geólogos, biólogos, hidrólogos, arqueólogos, arbolistas, ingenieros estructurales e ingenieros de transporte, Evans perdió su caso cuando la Suprema Corte de California se negó a escuchar argumentos en contra de la sentencia que negó la autorización por razones medioambientales.

Casas de interés social o monumentales mansiones, al parecer nadie queda exento de problemas con vecinos y autoridades.

Más información bbc.com

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Imagen Kensington, Londres

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